Lady pepa/ Marcahuasi / Amazonas
Efervescencia paquidérmica,
Colllestone
Gurú de prostíbulo hijo del royhpnol
¡ Oh diosa del fuego Vestal impía
¡Allí tienen una novela¿
Nosotros tenemos una sola patria y es la poesía
Y no son precisos los cables en nuestros cerebros
Porque la magia no se destruye, se transforma, como tu Eduardo
Están siendo transformado, por no sé que telúricas fuerzas
Peri que bueno que tus pasos se conviertan en trozos de caminos, que inevitablemente te llevaran a tu centro, como diría el gigante Borges, y que por eso era necesario tu partida, en el Amazonas bajo una tarde crepuscular como yo la imagino y lleno de “saudade” te sumergías en los caudales de nuestras vivencias, pues ahora en el ombligo del mundo, buscarás el mas adecuado lugar para leer, este gran aliento mio…
¡Y por qué Monparnasse, por qué el Grenwich Village, Buenos Aires
Y no Comas? La disparatada maquina de leer
Debemos asumir la tos seca de Rybeiro, Moro, Eielson,
Asumir al Balzac como legado francés ¡ Salud con un café negro¡
Dejemos las obscenas teorías del saber, y dediquémonos a lo que sabemos hacer muy bien : vivir, fundar un imperio de palabras que inevitablemente se ira abajo, de eso se encargara la modernidad, pero antes forjaremos LA PATRIA GRANDE . Los nombres dela amor cambian como los días…. Hoy, Tagore, ¿recuerdas Jhon? Frank Zappa. Onetti, Jean Luc Godart, la felicidad se desplaza ayer era el reino mágico de la puerta, “La corte del rey·, “ El lenguaje universal”, Plaza Bolívar y nuestro digno emancipador borracho hasta su culo, unos lances y ¡ a cruzar las puertas de la percepción¡ El tío Robert y su elixir suburbano y selvático, monumental que nos hizo creer en los dioses o mejor , despertó nuestra divinidad : LA POESÍA Y EL ARTE
PRIMER CAP….
A USTEDES
sábado, agosto 13, 2005
DIARIO DE PERSÉFONE
Las calles se convierten en vana sombra al paso florido
De la estepa verde de tu cuerpo
Has aniquilado la dulzura de los frutos
Descifrado la soledad en la muchedumbre
Has vuelto del arcano de la muerte
Bajo la osamenta
De la noche
Los cuervos anidan en los corazones de las frías catedrales
Y reinas en Lima, ninfa de los bares defenestrados de toda mitología
Y espantapájaros olvidados en ayeres casi vacíos como los hoy y nunca ve re tu rostro de luna en las acuarias esperas de tu natalicio
La distancia se presume inocente de tu rapto De esas huellas con las que has sellado todos los caminos
Ni el rastro de estrellas dejadas me harán volver
A ti, y que dolor, expresarlo, que dolor no sentirlo de veras¡
Y no poder voltear
Pasado y futuro muerte y agonía
Desmembramiento de los pétalos
Corral de las estrellas
Bandadas de gritos ahítos de dolor
Cuna sin canción, melodías naufragadas en oídos sordos
Habla Perséfone :
Musa de la primavera y el frío viento que abriga mi estar
Reina de los helados tugurios del Hades
Mi cuidad es el hades mis calles, mis esquinas , mis edificios tuertos
El santo oficio de la muerte es mi leyenda
Extrema unción al que nace por la prisa
Pétreas plazas sudando el domingo y la mañana de saxo extraviada en los bolsillos ahuecados de los inquilinos de la urbe estática
Fui raptada por el señor de la noche
Y me enseñó melodías y poemas, canciones que alegraban los corazones invernales
Fui elegida por él para reinar en las plutónicas noches de Lima
Las calles improvisan la noche y llevan al puerto donde la belleza es un mito
Aquí abajo en Lima , también hay un mar lleno de sirenas de falsos escotes
Los grillos sueltan su canción en tono de Blues, hay zampoñas y quenas y una batería rítmica acompasando cuerpos de bellas sirenas tatuadas en esquinas lúgubres sus roncas voces procuran imitar la dulzura de mis flautas, los acordes de mi címbalos
Cada tiempo caen en batidas y en, mazmorras y elevan plegarias a mi
¡Su Reina ¡
Salgo bajo palabra a matar mi rabia
A escandir mis versos, a sorber de las ubres de la nohe
La ambrosía que la envuelve
Mi voz es como el río dialéctico
Retorna irreparablemente a tu nombre
Y tu nombre es zozobra y carne en medio de mi
Yo contengo los mares subterráneos
Yo retengo en los espejos toda la belleza de la caterva ciega
Esclavo de mi carne
Último defensor de mis apetitos
Invoco el poder del estío
Mi amor ha anidado en la alta ventana de la noche
Donde el cuervo responde mis preguntas
Y tus ojos de luna y rimel observan tras el sueño de las pepas
En Lima hay bares sin salida
Bares que respiran incienso, bares palpitantes bombeando raudales de vino y alcohol, células vivas de la ciudad evenecente
Conforman el esqueleto las calles y las páncreas llenas de alegría
Y los pulmones ahítos de madreselvas y cientos de corazones unísonos
La soledad baila y goza en medio de la gente
Yo froto tus ojos regentes, tus lunas infinitas carcomidas por el sueño
Y veo tu silueta bailando al compás
De viejas guitarras
Por que ha de estar triste mi alma
Si aún recuerdo tus ojos y mato las noches
Desenterrando vestigios de amores surreales
Ruinas en donde la ternura es solo un recuerdo
Una prehistoria de camas vírgenes
Vestigios de tu cuerpo en mi memoria y tu piel alfombrando mis noches
Ardiendo en místicos altares
Tabernáculo sediento de dioses
hombres como arena en medio de la tempestad
hombres articulados hilos y alambres, estación sin tiempo de llegada
remota cólera del tiempo que nos golpea
y envejece sin nosotros
Por que ha de estar triste mi alma
Si en el monte de Collao eras una zarza ardiendo para mi
Lumbrera Estigia apostando la felicidad
Creando la liturgia que había que dedicarte
Poemas fatuos alumbrando la tibia marea del sur
Escolásticos gemidos en la estridencia del día
Góticos cantos para goliardos amigos
Y tú en medio, regentando mi vieja manía de acordarme de ti
En medio tú, como un faro tramposo
Que me guía a la zozobra en las rocosas costas del presente
De la estepa verde de tu cuerpo
Has aniquilado la dulzura de los frutos
Descifrado la soledad en la muchedumbre
Has vuelto del arcano de la muerte
Bajo la osamenta
De la noche
Los cuervos anidan en los corazones de las frías catedrales
Y reinas en Lima, ninfa de los bares defenestrados de toda mitología
Y espantapájaros olvidados en ayeres casi vacíos como los hoy y nunca ve re tu rostro de luna en las acuarias esperas de tu natalicio
La distancia se presume inocente de tu rapto De esas huellas con las que has sellado todos los caminos
Ni el rastro de estrellas dejadas me harán volver
A ti, y que dolor, expresarlo, que dolor no sentirlo de veras¡
Y no poder voltear
Pasado y futuro muerte y agonía
Desmembramiento de los pétalos
Corral de las estrellas
Bandadas de gritos ahítos de dolor
Cuna sin canción, melodías naufragadas en oídos sordos
Habla Perséfone :
Musa de la primavera y el frío viento que abriga mi estar
Reina de los helados tugurios del Hades
Mi cuidad es el hades mis calles, mis esquinas , mis edificios tuertos
El santo oficio de la muerte es mi leyenda
Extrema unción al que nace por la prisa
Pétreas plazas sudando el domingo y la mañana de saxo extraviada en los bolsillos ahuecados de los inquilinos de la urbe estática
Fui raptada por el señor de la noche
Y me enseñó melodías y poemas, canciones que alegraban los corazones invernales
Fui elegida por él para reinar en las plutónicas noches de Lima
Las calles improvisan la noche y llevan al puerto donde la belleza es un mito
Aquí abajo en Lima , también hay un mar lleno de sirenas de falsos escotes
Los grillos sueltan su canción en tono de Blues, hay zampoñas y quenas y una batería rítmica acompasando cuerpos de bellas sirenas tatuadas en esquinas lúgubres sus roncas voces procuran imitar la dulzura de mis flautas, los acordes de mi címbalos
Cada tiempo caen en batidas y en, mazmorras y elevan plegarias a mi
¡Su Reina ¡
Salgo bajo palabra a matar mi rabia
A escandir mis versos, a sorber de las ubres de la nohe
La ambrosía que la envuelve
Mi voz es como el río dialéctico
Retorna irreparablemente a tu nombre
Y tu nombre es zozobra y carne en medio de mi
Yo contengo los mares subterráneos
Yo retengo en los espejos toda la belleza de la caterva ciega
Esclavo de mi carne
Último defensor de mis apetitos
Invoco el poder del estío
Mi amor ha anidado en la alta ventana de la noche
Donde el cuervo responde mis preguntas
Y tus ojos de luna y rimel observan tras el sueño de las pepas
En Lima hay bares sin salida
Bares que respiran incienso, bares palpitantes bombeando raudales de vino y alcohol, células vivas de la ciudad evenecente
Conforman el esqueleto las calles y las páncreas llenas de alegría
Y los pulmones ahítos de madreselvas y cientos de corazones unísonos
La soledad baila y goza en medio de la gente
Yo froto tus ojos regentes, tus lunas infinitas carcomidas por el sueño
Y veo tu silueta bailando al compás
De viejas guitarras
Por que ha de estar triste mi alma
Si aún recuerdo tus ojos y mato las noches
Desenterrando vestigios de amores surreales
Ruinas en donde la ternura es solo un recuerdo
Una prehistoria de camas vírgenes
Vestigios de tu cuerpo en mi memoria y tu piel alfombrando mis noches
Ardiendo en místicos altares
Tabernáculo sediento de dioses
hombres como arena en medio de la tempestad
hombres articulados hilos y alambres, estación sin tiempo de llegada
remota cólera del tiempo que nos golpea
y envejece sin nosotros
Por que ha de estar triste mi alma
Si en el monte de Collao eras una zarza ardiendo para mi
Lumbrera Estigia apostando la felicidad
Creando la liturgia que había que dedicarte
Poemas fatuos alumbrando la tibia marea del sur
Escolásticos gemidos en la estridencia del día
Góticos cantos para goliardos amigos
Y tú en medio, regentando mi vieja manía de acordarme de ti
En medio tú, como un faro tramposo
Que me guía a la zozobra en las rocosas costas del presente
MUJER
Mujer tatuada de noches en las canteras del frío
Mujer tatuada de dolor en los espasmos del nacimiento
Mujer tatuada de aromas en los vestigios de las camas
Mujer tatuada de versos en la oscura piel de tus amantes
Mujer tatuada de demonios en tu edad florida
Mujer tatuada de voces en tu infinito silencio
Mujer tatuada de alivio en el peligro de mis fauces
Mujer tatuada de desventuras en el surco de tu sexo
Mujer tatuada de dioses en tu triste mirada agnósticaMujer tatuada de éxtasis en la alborada del orgasmo
Mujer tatuada de dolor en los espasmos del nacimiento
Mujer tatuada de aromas en los vestigios de las camas
Mujer tatuada de versos en la oscura piel de tus amantes
Mujer tatuada de demonios en tu edad florida
Mujer tatuada de voces en tu infinito silencio
Mujer tatuada de alivio en el peligro de mis fauces
Mujer tatuada de desventuras en el surco de tu sexo
Mujer tatuada de dioses en tu triste mirada agnósticaMujer tatuada de éxtasis en la alborada del orgasmo
VII
Acabar este poema es mi diario suicidio. Sacar del desván la palabra ecuestre y al galope llevarte toda hasta desplomarla de belleza y cercanía
Luego del asalto , la tregua
La bandera blanca ondeando en tu vientre, hectárea fértil herida sagrada fecunda de blasfemia y resquemores
¡Yo te libero de la ternura ¡
¡Te instigo al acto razonable¡
¡Te unto de bálsamo y mirra
Beso tus labios inferiores
donde otros han dejado su aliento
Y han desgarrado las páginas en blanco de tus días
Donde otros han perdido la batalla
Yo erijo victorioso mi torre de marfil,
mi falo alejandrino en la magia de tu venustez
Yo instauro mi reinado de sueñosmolotov y mi tiranía de libros y de fábulas
Porque la verdad la reclama el poema
Como el esqueleto reclama su bala siniestra
Yo te nombro la segunda persona de mi tierra gramatical
De mi patria liberada de los proxenetas del verso,
De los púlpitos encrespados del domingo santo,
porque santa eres tú poesía
Yo te libero del espejo donde habitas junto a los sedimentos de la costumbre
Te nombro mi primer verso,
mi palabra capital esperando el hágase la luz - la noche ya nos extirpó el sueño -
Eres oráculo y profecía
Lavo mis manos y mi rostro en tus arcanos
Adivino tu silueta emergiendo de los abismos
¡ Oh ángeles desnuden su odio y tiemblen ante la razón ¡
Luego del asalto , la tregua
La bandera blanca ondeando en tu vientre, hectárea fértil herida sagrada fecunda de blasfemia y resquemores
¡Yo te libero de la ternura ¡
¡Te instigo al acto razonable¡
¡Te unto de bálsamo y mirra
Beso tus labios inferiores
donde otros han dejado su aliento
Y han desgarrado las páginas en blanco de tus días
Donde otros han perdido la batalla
Yo erijo victorioso mi torre de marfil,
mi falo alejandrino en la magia de tu venustez
Yo instauro mi reinado de sueñosmolotov y mi tiranía de libros y de fábulas
Porque la verdad la reclama el poema
Como el esqueleto reclama su bala siniestra
Yo te nombro la segunda persona de mi tierra gramatical
De mi patria liberada de los proxenetas del verso,
De los púlpitos encrespados del domingo santo,
porque santa eres tú poesía
Yo te libero del espejo donde habitas junto a los sedimentos de la costumbre
Te nombro mi primer verso,
mi palabra capital esperando el hágase la luz - la noche ya nos extirpó el sueño -
Eres oráculo y profecía
Lavo mis manos y mi rostro en tus arcanos
Adivino tu silueta emergiendo de los abismos
¡ Oh ángeles desnuden su odio y tiemblen ante la razón ¡
ALUCINADA CORDELIA
PREMIO NACONAL DE POESIA 2003
Asimilando los golpes de la nada y pariendo
Pequeñas piedritas doradas
Escribe de a pie y en frío
Poemas muertos
Porque ella es el poema
Patria o muerte en la cálida tierra de su sexo
Escriba de la noche
Aborta versos aterrados
Su sombra desangra cada sábado, la doliente abertura de su genio
Ella habita olvidada una extraña estatua ecuestre
Ella nunca pudo montar más que el viento.
Pequeñas piedritas doradas
Escribe de a pie y en frío
Poemas muertos
Porque ella es el poema
Patria o muerte en la cálida tierra de su sexo
Escriba de la noche
Aborta versos aterrados
Su sombra desangra cada sábado, la doliente abertura de su genio
Ella habita olvidada una extraña estatua ecuestre
Ella nunca pudo montar más que el viento.
DE PROFUNDIS
“terrible es aquel que no tiene nada que perder”
Goethe.
Goethe.
Tú que desencadenas la eternidad
Tu que respiras en el poema la melancolía del hombre
Tú que creas Paraísos cuando sueñas
¿ reconoces este pálpito
que ha muerto en incontables noches ?
¿ reconoces este sepulcro de carne
que ha saciado su sed agnóstica y sigue creyendo ?
El cálculo, la geometría, el tiempo, la materia,
Lo increado, el amor. Escalones hacia la luz
Pero no sé si suben o bajan
Los espejos son distancias de lo eterno
Estancias del amor fundamental
Los gusanos son las mascotas de mi carne
El tiempo me da de alma
Porque el alma es mi tiempo que pasa
Con la lentitud de un caracol anciano
Porque mi alma es el tiempo que pasa fantasmal
Desde la otredad
Y es esa pared invisible que me separa de ti
Murallas que alza mi ficción
El abismo que engorda con la incertidumbre de la aves
El abismo donde escondes tu misterio
Como luz que divaga, que distrae, que atrae,
Que retrae
Luz acariciada en el sueño más pesado
En el canto del cisne que muere
Bajo el crepúsculo olvidado
¿Quién puede dar fe que quizá me oigas
desde tu lejana indiferencia ?
¿Quién no puede sentir melancolía
por ese cielo de tarde con que nos ves ?
Tu que respiras en el poema la melancolía del hombre
Tú que creas Paraísos cuando sueñas
¿ reconoces este pálpito
que ha muerto en incontables noches ?
¿ reconoces este sepulcro de carne
que ha saciado su sed agnóstica y sigue creyendo ?
El cálculo, la geometría, el tiempo, la materia,
Lo increado, el amor. Escalones hacia la luz
Pero no sé si suben o bajan
Los espejos son distancias de lo eterno
Estancias del amor fundamental
Los gusanos son las mascotas de mi carne
El tiempo me da de alma
Porque el alma es mi tiempo que pasa
Con la lentitud de un caracol anciano
Porque mi alma es el tiempo que pasa fantasmal
Desde la otredad
Y es esa pared invisible que me separa de ti
Murallas que alza mi ficción
El abismo que engorda con la incertidumbre de la aves
El abismo donde escondes tu misterio
Como luz que divaga, que distrae, que atrae,
Que retrae
Luz acariciada en el sueño más pesado
En el canto del cisne que muere
Bajo el crepúsculo olvidado
¿Quién puede dar fe que quizá me oigas
desde tu lejana indiferencia ?
¿Quién no puede sentir melancolía
por ese cielo de tarde con que nos ves ?
CENIZAS DE CUERPO
“ En tus brazos yo abrazo lo que existe
la arena, el tiempo, el árbol, la lluvia ”
P. Neruda
la arena, el tiempo, el árbol, la lluvia ”
P. Neruda
¿ Qué negro fuego gobiernas
en mis noches de ceremonias y lazos ?
¿ qué mar colérico me arroja a tus arenas
cual indefenso naufrago arrancado de su fe ?
¿ Qué magia has desatado en mi interior
lleno de miedos y certezas ?
Oh amor fundamental de mi ternura
Voy a ti con mi cuerpo de cal y canto
Al tuyo de arena y sal comprometida
Para construir la casa del poema
En el solaz de nuestros cuerpos orillados
En el azar y el amor
Por que soy tu destino irreparable
Esto que los físicos no comprenden,
Esto que los académicos llaman teoría del arte
Y es tan simple como ir hacia ti
Con el tiempo en mis brazos y el desconcierto en mis ojos
Como repentino silencio a después de batalla
Y acribillar el yotuelnosotrosvosotrosellos
Y nos quedamos en el nosotros
Aislados y primitivos en las cenizas del silencio
que ardió por milenios,
Porque, amor mío, duele más tu presencia que tu sombra
Duele más saber que podrías extraviarte en el mar
De nuestras contradicciones
Es tan sencillo comprender el verbo Ser
Pero tan triste saber que también puedes no estar
Sólo tu voz conjuga con esta gramática que se cae a pedazos
Sólo tu voz de ceniza invocatoria.
Aliento candente de lo macabro
Saber que te has ido con el mar
Y que sólo me queda contemplar la herida
Mis dedos deambulan en tu caracol de placer
Y eres la pureza de aurora en el espejo matinal
El crepúsculo devora el horizonte de mi cuerpo
Las cóncavas paredes de mi voz
Las noches en vela de mis ojos
Porque el mar ruge desde mis sueños
Porque sueño las olas que te tocan
Que poseen tus despertares en la orilla
Recitada en los tejidos de la aurora
Bajo aquellas lunas y aquellos espejos
Que reclamaban tu presencia
Tenía la ceguera en mis manos
Para tocarte en mi oscuridad
Para tocarte con mi ternura de ave solitaria
Ceguera total de mi luz
Ceniza mía
Fuego fatuo del despertar
Hay un dios que agoniza en tu pecho,
Hay dos amantes que se observan desde lejos,
Un gato triste
que vela por el mundo,
Con la mirada pétrea de su negrura,
Un dios lacónico que recita versos de viento
Poemas de mareas y fuego
Bajo los despojos de la noche,
Donde el relámpago se parte en dos
Y las cenizas dejan un rastro de amantes
perdidos irreconciliablemente
La luz se petrifica
Y el poema es un calabozo de palabras
Las palabras cuerpos sobre el altar del silencio
Y cuidado con el silencio que merodea entre los dos,
Cuidado con el tiempo que nos condena a domesticarlo.
Basta con acercarme a ti
Para darle otro significado al mundo
Para olvidarme de las metáforas y abrazar el Verbo
O el último verso que time con tu corazón
Con el que asomas pos mis ojos, ves como desde más allá
Y verbalizas tu asombro, tus ojos se llenan de magia
Como grandes lunas turquesas
Apareándose en el crepúsculo
Amor mío, creas el relámpago en tu risa
Y abro los ajos a la belleza
Me bebo el mar a tu salud
Oigo como el cisne canta moribundo
Toco la eternidad y eres tu detrás de ella
Llena de precariedades
Como una diáfana tempestad de subsuelo,
Como un canto acorralado
Ven amor mío, asómate a la lluvia
Que embellece más tu ternura repleta de insignificancias
Ven y yo habré de irme hacia la otra orilla
Aquella que me haga cómplice de este crimen hermoso
Secreta reencarnación de la aurora
Ríes de noche, bailas con la noche, creas la noche
Yo soy las cenizas del poema que nace en tu vientre.
en mis noches de ceremonias y lazos ?
¿ qué mar colérico me arroja a tus arenas
cual indefenso naufrago arrancado de su fe ?
¿ Qué magia has desatado en mi interior
lleno de miedos y certezas ?
Oh amor fundamental de mi ternura
Voy a ti con mi cuerpo de cal y canto
Al tuyo de arena y sal comprometida
Para construir la casa del poema
En el solaz de nuestros cuerpos orillados
En el azar y el amor
Por que soy tu destino irreparable
Esto que los físicos no comprenden,
Esto que los académicos llaman teoría del arte
Y es tan simple como ir hacia ti
Con el tiempo en mis brazos y el desconcierto en mis ojos
Como repentino silencio a después de batalla
Y acribillar el yotuelnosotrosvosotrosellos
Y nos quedamos en el nosotros
Aislados y primitivos en las cenizas del silencio
que ardió por milenios,
Porque, amor mío, duele más tu presencia que tu sombra
Duele más saber que podrías extraviarte en el mar
De nuestras contradicciones
Es tan sencillo comprender el verbo Ser
Pero tan triste saber que también puedes no estar
Sólo tu voz conjuga con esta gramática que se cae a pedazos
Sólo tu voz de ceniza invocatoria.
Aliento candente de lo macabro
Saber que te has ido con el mar
Y que sólo me queda contemplar la herida
Mis dedos deambulan en tu caracol de placer
Y eres la pureza de aurora en el espejo matinal
El crepúsculo devora el horizonte de mi cuerpo
Las cóncavas paredes de mi voz
Las noches en vela de mis ojos
Porque el mar ruge desde mis sueños
Porque sueño las olas que te tocan
Que poseen tus despertares en la orilla
Recitada en los tejidos de la aurora
Bajo aquellas lunas y aquellos espejos
Que reclamaban tu presencia
Tenía la ceguera en mis manos
Para tocarte en mi oscuridad
Para tocarte con mi ternura de ave solitaria
Ceguera total de mi luz
Ceniza mía
Fuego fatuo del despertar
Hay un dios que agoniza en tu pecho,
Hay dos amantes que se observan desde lejos,
Un gato triste
que vela por el mundo,
Con la mirada pétrea de su negrura,
Un dios lacónico que recita versos de viento
Poemas de mareas y fuego
Bajo los despojos de la noche,
Donde el relámpago se parte en dos
Y las cenizas dejan un rastro de amantes
perdidos irreconciliablemente
La luz se petrifica
Y el poema es un calabozo de palabras
Las palabras cuerpos sobre el altar del silencio
Y cuidado con el silencio que merodea entre los dos,
Cuidado con el tiempo que nos condena a domesticarlo.
Basta con acercarme a ti
Para darle otro significado al mundo
Para olvidarme de las metáforas y abrazar el Verbo
O el último verso que time con tu corazón
Con el que asomas pos mis ojos, ves como desde más allá
Y verbalizas tu asombro, tus ojos se llenan de magia
Como grandes lunas turquesas
Apareándose en el crepúsculo
Amor mío, creas el relámpago en tu risa
Y abro los ajos a la belleza
Me bebo el mar a tu salud
Oigo como el cisne canta moribundo
Toco la eternidad y eres tu detrás de ella
Llena de precariedades
Como una diáfana tempestad de subsuelo,
Como un canto acorralado
Ven amor mío, asómate a la lluvia
Que embellece más tu ternura repleta de insignificancias
Ven y yo habré de irme hacia la otra orilla
Aquella que me haga cómplice de este crimen hermoso
Secreta reencarnación de la aurora
Ríes de noche, bailas con la noche, creas la noche
Yo soy las cenizas del poema que nace en tu vientre.
CENIZAS DE CUERPO
“Te he buscado, tesoro, he cavado en las noches más profundas”
Rainer María Rilke
Rainer María Rilke
NACIMIENTO DE LA NOCHE
Mis ojos admiran la ola olvidada del mar
El cielo prehistórico donde los ángeles huelen a delirio
Después de la última marea donde te escondes
La noche aún se mantiene de pie
Acariciando sus heridas marinas
Y escondes tu pálido cuerpo, herencia del silencio y el mármol
Después de la última marea
Tus ojos sentenciarán los crepúsculos
La noche primogénita que amparó el silencio.
¿ Qué himnos canta la noche
que mantiene insomne a las fieras ?
¿Qué yugular, qué labios, qué Paraíso,
qué orilla llega al tibio mar donde descansas ?
Mi voz se convierte en tu voz,
En el eco de tu cuerpo que me sueña
Y por lo tanto soy, una voz brillando en el silencio de tu sueño
En el eco de tu cuerpo que me sueña,
Y por lo tanto soy, un pálpito de laberintos
De espejos rotos en el corazón de tu alma
De claustrofobias de aves dormidas en su cielo
Envejece la noche,
Encanece en el centro de su luz
Y sigo soñando con el arrobado éxtasis
De la inocencia
El jazmín es la fragancia de tu sexo
Y son azules los lagos donde se orillan los unicornios
Donde cantan los cisnes desde su moribunda eternidad
Eres la princesa de la torre
La bella durmiente del nembutal
Cuando despiertes con un bostezo de poema
Muchas estrellas se habrán suicidado
Saltando al centro de tu cuerpo
Tú recuerdas mi voz adusta
Mis ojos de piedra negra ceremonial
Recuerdas mi naufragio en tu sombra
Las flores semánticas que duermen en los labios de la tierra
Los castillos de arena en plena tempestad
Los espejos que nos multiplicaban apaciblemente
Princesa de arena, reina de la orilla prohibida
Y de las olas adolescentes
Duermes en tu castillo de creencias vanas
En tu piel, en tus manos
En tu mirada cerrada al mundo que no sueña
Porque está prohibido descansar
En la orilla del amor
Pactamos en la neutralidad del poema
Pactamos esa paz aparente con la que sueñan los tiranos
Pactamos con la complicidad del amor
En los campos que amansan a sus muertos
Donde llueven flores que sonríen
Donde las estrellas detienen su movimiento eterno
Cenicienta de las calles más mugrosas
Lágrima de media noche
Pactamos para que el mundo no convalezca más
Para que la sangre no escape de su cause
Para que los ríos no despierten
Para que nos dé sombra el Paraíso
Y sólo queda la ciudad que nos da de alma
Y sólo queda el Tahigeto
Desde donde arrojamos a los dioses al olvido.
Nuestro mundo
no es el mundo de lo obvio
No es el mundo de la ecuación
Ni del cálculo
Nuestro mundo es el del liquen
Es el de la hoja tierna atrapada en el
cuerno del unicornio
Donde el mono dogmático se espanta
Donde el poema
Nace como flor china
En la infinitud virgen de tu piel.
Mis ojos admiran la ola olvidada del mar
El cielo prehistórico donde los ángeles huelen a delirio
Después de la última marea donde te escondes
La noche aún se mantiene de pie
Acariciando sus heridas marinas
Y escondes tu pálido cuerpo, herencia del silencio y el mármol
Después de la última marea
Tus ojos sentenciarán los crepúsculos
La noche primogénita que amparó el silencio.
¿ Qué himnos canta la noche
que mantiene insomne a las fieras ?
¿Qué yugular, qué labios, qué Paraíso,
qué orilla llega al tibio mar donde descansas ?
Mi voz se convierte en tu voz,
En el eco de tu cuerpo que me sueña
Y por lo tanto soy, una voz brillando en el silencio de tu sueño
En el eco de tu cuerpo que me sueña,
Y por lo tanto soy, un pálpito de laberintos
De espejos rotos en el corazón de tu alma
De claustrofobias de aves dormidas en su cielo
Envejece la noche,
Encanece en el centro de su luz
Y sigo soñando con el arrobado éxtasis
De la inocencia
El jazmín es la fragancia de tu sexo
Y son azules los lagos donde se orillan los unicornios
Donde cantan los cisnes desde su moribunda eternidad
Eres la princesa de la torre
La bella durmiente del nembutal
Cuando despiertes con un bostezo de poema
Muchas estrellas se habrán suicidado
Saltando al centro de tu cuerpo
Tú recuerdas mi voz adusta
Mis ojos de piedra negra ceremonial
Recuerdas mi naufragio en tu sombra
Las flores semánticas que duermen en los labios de la tierra
Los castillos de arena en plena tempestad
Los espejos que nos multiplicaban apaciblemente
Princesa de arena, reina de la orilla prohibida
Y de las olas adolescentes
Duermes en tu castillo de creencias vanas
En tu piel, en tus manos
En tu mirada cerrada al mundo que no sueña
Porque está prohibido descansar
En la orilla del amor
Pactamos en la neutralidad del poema
Pactamos esa paz aparente con la que sueñan los tiranos
Pactamos con la complicidad del amor
En los campos que amansan a sus muertos
Donde llueven flores que sonríen
Donde las estrellas detienen su movimiento eterno
Cenicienta de las calles más mugrosas
Lágrima de media noche
Pactamos para que el mundo no convalezca más
Para que la sangre no escape de su cause
Para que los ríos no despierten
Para que nos dé sombra el Paraíso
Y sólo queda la ciudad que nos da de alma
Y sólo queda el Tahigeto
Desde donde arrojamos a los dioses al olvido.
Nuestro mundo
no es el mundo de lo obvio
No es el mundo de la ecuación
Ni del cálculo
Nuestro mundo es el del liquen
Es el de la hoja tierna atrapada en el
cuerno del unicornio
Donde el mono dogmático se espanta
Donde el poema
Nace como flor china
En la infinitud virgen de tu piel.
ARTEMISA
Soy de algún modo
Prisionero de tu distancia
Abrazo el vacío que dejas al pasar
Y bordeo el vano abismo de tus ojos
No sé si es un misterio tu presencia luminosa
O si es un espejismo de mi soledad
MI nostalgia me otorga el derecho a especularte
Cuántas cosas se han perdido en el irremediable
tiempo
Ahora Un terrible vacío dejan los relojes
Horas perdidas, apremios por verte
Mi soledad es el habitad de los duendes
Mágica instauración de la esperanza
Por eso escribo sin saberte prisionero de tu distancia
Hermosa magia la de imaginar tu rostro
Donde la sonrisa reina impune.
Prisionero de tu distancia
Abrazo el vacío que dejas al pasar
Y bordeo el vano abismo de tus ojos
No sé si es un misterio tu presencia luminosa
O si es un espejismo de mi soledad
MI nostalgia me otorga el derecho a especularte
Cuántas cosas se han perdido en el irremediable
tiempo
Ahora Un terrible vacío dejan los relojes
Horas perdidas, apremios por verte
Mi soledad es el habitad de los duendes
Mágica instauración de la esperanza
Por eso escribo sin saberte prisionero de tu distancia
Hermosa magia la de imaginar tu rostro
Donde la sonrisa reina impune.
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