domingo, setiembre 02, 2007

ICARO AMA LAS FRAGILES PUERTAS


Ama los eclipses
Las frágiles puertas sin llaves
El mar de cualquier costa
El viento húmedo colgando de su cuello
Como perlas
Ama las constelaciones y su sangre
Ama la poesía que desgrana como maíz
En sus ciegas tardes
Ama las canciones y las cítaras
Y a las jóvenes que no temen saltar al vacío
Las frutas frescas
Y algunas veces ama sentarse en las ramas
Y sentirse pájaro
Y algo más que humano
Ama la poesía sencilla como él
Simple y sin gongorismos
Como el agua para la sed del animal
Que busca abrevar sin comercio
Ama despertar en un sueño
Que no sea el laberinto paterno
Ama por sobretodo la noche
Y el adorno plateado ubicuo en ella
Ama los granos y las olas
Se ama a sí mismo pero no a los espejos
-el ideal repetitivo del hombre-
Ama volar por las aristas del sueño
La libertad del primer hombre que inventó la Libertad

ASCENDENCIA


Ya es joven y es el descendiente
De majestades y vientos tempestuosos
Ya es joven y se adentra a la noche
Y es violento su aletear
La luna casi despierta furiosa al ver
Su vuelo picado y desafiante
La fuerte juventud de sus alas
Hacen olvidar por un momento su laberinto
Vuela por edificios
Similares a dientes careados
Careada como la ciudad debajo de él

ICARO enloquece de alegría
Uno que otro habitante le saluda
Creyéndolo ángel una vieja se santigua y
Le pide un milagro
Está lejos de ser un ángel
Y tampoco es un demonio
Pero algunas veces ICARO pierde la calma
Al no poder ver más de cerca a esos seres que viven pegados al suelo
En la noche, sus alas, están más a gusto
Piensa en esa magia de volar siempre al sur
Donde todos tenemos un destino.