lunes, agosto 22, 2005

III

Mi voz falsifica el silencio
En cada vórtice del miedo se alzan torres de melancolía
Tu perfil se asoma desde la antigua noche
Cual diosa caída en desgracia
Aturdida de rincones
Cual epifanía sollozante en un cielo sin piso
Conociste los prostíbulos del cielo y del miedo
El hambre en la oquedad de tu cuerpo
La que antes era dulce néctar
hoy es el acre sabor de las frutas descompuestas.

Donde quedó el miedo
Hay una zarza ardiente
Que nos susurra melodías y fábulas de dioses
Pero por ti,
Dejé a mi dios,
Dejé mis creencias, el catálogo de religiones que inculcaron nuestros padres
Porque bastaba con tu cruz apolillada
Con tu sexo sin dogmas, herida abierta al sosiego

Y es Buda y Alah y YHWH, Oriente Medio y la cristiandad
Los dioses en los extramuros del paraíso
Toda una guerra santa en tu mirada perdida por las calles
Y yo arrojado al Taigeto por tu fe
Donde canto esta canción aunque no te sepa
Aunque tu cuerpo habite en los crepúsculos,
Aunque seas la sátrapa de mi alma poesía
En cada vórtice del miedo de alzan torres de melancolía
Tus pasos agitan la hojarasca del insomnio
Que son candiles de vestales y caracolas
Tu perfil asoma desde la antigua noche
Donde la urdimbre de tus ojos reflejan orgasmos y penas
La tibieza de tu piel marmórea
Las metáforas ardientes de tu silencio donde se empoza mi soledad
Porque eres un agudo relámpago que parte en dos el paraíso
Virgen ardiente del holocausto, pan de los elegidos
Alimento maldito conjuro y exorcismo
Dulce logos en apuros¡
MI confesión de lunarios y flores roídas por el pasmo ¡
Diosa de los lupanares envilecidos¡
Plegaria al vacío, moldura del génesis¡
Penélope de rimas y metros poesía ¡
De melodías y estridencias que besan y muerden las mejilla de la noche.

No hay comentarios.: